El Barcelona elimina al Real Madrid en semifinales de la Supercopa de España, con un solitario tanto de Alexia Putellas en el descuento. La insistencia de las culés, que no pudieron en 90 minutos con una gigante Misa, encontró su premio en el primer minuto del alargue. Fue entonces cuando la mejor jugadora del mundo se hizo con un rechace en el área para poner el único gol del encuentro, apeando a las blancas de la final tras un esfuerzo titánico.
Porque la misión era más que complicada para el equipo de Alberto Toril. Las madridistas llevaban sin competir desde el 22 de diciembre, cuando se impusieron al Sporting de Huelva por 3-0. Los casos de coronavirus las han impedido disputar los dos primeros partidos ligueros del 2022. A eso se sumaban las importantes bajas, pues ni Asllani, ni Cardona, ni Corredera, Gerard, ni el nuevo fichaje estrella, Svava, estaban a disposición del técnico.
Las numerosas ausencias hacían que el técnico saliera con Misa en portería, escoltada en defensa por Peter e Ivana en el eje de la zaga y Kenti y Olga por los costados; en el centro del campo, formaban Kaci y Zornoza aparecían a priori en un doble pivote, con Oroz por delante y con Athenea y Moller por las bandas; aparecía sola en la lanza de ataque Esther.
Por si lo anterior fuese poco, enfrente estaba el todopoderoso Barça. El campeón de todo, liderado por la mejor jugadora del mundo, Alexia Putellas. Las culés han ganado todos los partidos que han disputado este curso, mostrando una diferencia abismal respecto al resto de rivales tanto en Liga como en Champions.
Llegaban, además, a la Supercopa con la espina de que fue el único título que se les escapó. Para tratar de sacársela, Jonathan Giráldez presentaba a Paños bajo palos; Marta, Jana, Paredes y Leila en defensa; Patri, Hermoso y Alexia en la media y con Graham, Rolfo y Martens arriba.
El partido de semifinales de la Supercopa comenzó después de un emotivo minuto de silencio en memoria de Paco Gento. El presidente de honor y leyenda del Real Madrid –y del fútbol mundial– tuvo el reconocimiento que merece su trayectoria, en los prolegómenos del encuentro disputado en la Ciudad del Fútbol de Las Rozas. Ya metidos en él, el conjunto blanco no tardó en empezar a sufrir, lo que se convirtió en la tónica del encuentro.
La primera media hora, las madridistas permanecían ordenadas y, aunque las azulgranas las iban empujando hacia su área, conseguían evitar el peligro real sobre la meta de Misa. A partir de ahí, la portera comenzaría a emergerse como la mejor del encuentro. Jenni Hermoso encontró un pasillo central constante entre las centrales madridistas y las culés generaron hasta seis oportunidades claras para irse mandando –y con claridad– a los vestuarios, pero siempre aparecía una mano de Misa y, cuando no, lo hizo el poste.
Misa es gigante; Alexia, de oro
El guion se mantuvo durante el comienzo de la segunda mitad, aunque Toril reajustó su defensa retrasando a Kaci y cerrando con tres centrales. El Barça quería resolver cuanto antes, pero el Madrid se hacía gigante en defensa, con Ivana, Peter y la francesa abortando cualquier intentona. No lo hicieron a la salida de un córner, cuando el balón le quedó a Rolfo para empujarla y, sorprendentemente, la mandó fuera.
Aquellos primeros minutos de sufrimiento encontraron un mínimo respiro y a punto estuvo de aprovecharlo el conjunto blanco para adelantarse en el marcador. Avisó Olga con una subida por la banda que acabó con un disparo arriba y, sobre todo, Zornoza. La mediocentro del Real Madrid engañó a todas y se sacó un disparo imposible que acabó besando la madera.
Crecido el Madrid, aprovechó Toril para meter los primeros cambios. Entraron Florentino y Nahikari por Moller y Kenti. En el conjunto culé entró Oshoala por Leila, que estuvo a punto de encontrarse con el gol nada más pisar el césped, pero de nuevo Misa lo evitó. También lo hizo al lanzarse con todo para despejar un disparo de la The Best.
Sin descanso, Misa volvía a salvar un gol cantado de Paredes a la salida de un córner, evitando que el potente cabezazo se colase al fondo de la red. Pero el encuentro ya no era el mismo y el Madrid encontraba también facilidades para progresar y acercarse a Paños, a la que probó Oroz con un disparo lejano que atrapó sin peligro.
Con el partido más abierto, volvía de nuevo Toril a cambiar de esquema, buscando un mayor dominio en la medular. El técnico pasaba de nuevo a formar con cuatro atrás y metía a Teresa en el lugar de Kaci, consiguiendo mantener la igualada hasta el final, cuando llegó el jarro de agua fría.
Aguantaron durante todo el partido y, cuando Hermoso irrumpió por la derecha, de nuevo Misa evitó el gol de Oshoala. Quedó el balón rechazado en el área y, quién si no, apareció Alexia para deshacer la igualada. La Balón de Oro hizo lo que hacen los grandes: acudir al rescate de los suyos cuando se les necesita. Con el partido condenado a la prórroga, apareció desde atrás para reventar la pelota y meter al Barça en una nueva final, dejando sin margen de reacción a un más que meritorio Real Madrid.